Pienso que son varios los recursos necesarios a la hora de abordar a cualquier paciente, en primer lugar, es el conocimiento, tener una adecuada formación profesional, ética y humana, atingente en el área en que cual me desenvolveré, el conocimiento es poder, y en la medida que logre realizar un acertado razonamiento clínico, podré determinar un correcto diagnóstico.
En la medida que tenga una formación adecuada, nacerá una correcta evaluación incluyendo todas las áreas que involucren la problemática de mi paciente (historia clínica, personal, médica, nutricional, social, física, postura, movilidad, etc.), no solo algo físico cuantificable mediante escalas y protocolos, no solo será distinguir qué tipo de grasa tiene en abdomen mediante la observación o la palpación sino que también factores biopsicosociales, qué implicancias puede tener ese problema puntual en otras áreas de esta persona, deterioros musculo esqueléticos, limitaciones funcionales, en su desempeño laboral/social, ver el deterioro dentro de un contexto más integral, escuchar al paciente, educarlo, lograr una comunicación efectiva con el/ella, conocer sus expectativas, cuáles son sus objetivos, y en base a eso y al razonamiento clínico, construir un plan de tratamiento realista, integral, basado en el empoderamiento que logre con mi paciente al momento de entregarle la información, hacerlo partícipe de su proceso y si fuese necesario, abordarlo dentro de un equipo multidisciplinario para lograr mejores resultados.